viernes, 31 de agosto de 2012

Las actividades extra-escolares - 4

Como dije la semana pasada, dentro de las actividades extra-escolares que he agrupado en el apartado de actividades culturales, hoy voy a hablar de las actividades plásticas. Sin duda alguna, son las que más juego nos dan desde la etapa de Educación Infantil, ofreciendo a los niños la posibilidad de aprender, pero, sobre todo, de expresarse y de pasarlo bien.

La Pintura y el Dibujo

"Caballo Enamorado" (dibujo de Carmen con 6 años)Cuando los niños llegan al colegio por primera vez, pintar y jugar van a ser las actividades con las que realicen la mayor parte de sus aprendizajes. A través de ellas aprenderán a expresarse y a relacionarse con el mundo que les rodea. Observándoles a ellos y a sus creaciones, los maestros vamos a ir conociéndoles, al igual que ocurrirá con sus padres y abuelos durante el tiempo que pasan juntos en casa.

Centrándonos en la pintura, basta con unos pocos colores, preferentemente básicos, como el rojo, el amarillo y el azul, para que los niños puedan sorprendernos con sus creaciones. De vez en cuando es muy apropiado que los niños trabajen sólo con estos tres colores fundamentales, pues con ellos pueden aprender, casi sin darse cuenta, y en ocasiones mejor que cómo se lo podamos enseñar nosotros, a obtener todos los demás. Sin embargo, también es conveniente que puedan tener a mano, la mayor parte del tiempo, otros muchos colores que ya les resultan familiares: el verde de la hierba y de las hojas de las plantas; el marrón de la tierra y de los troncos de los árboles; el rosa de muchos de sus juguetes y prendas de vestir; el negro de la noche… Todos juntos serán la mejor materia prima que podamos poner en sus manos, dentro y fuera de la escuela, y nuestros mejores aliados en el inicio de su proceso educativo.

En cuanto a los materiales con los que podemos contar, la oferta es inmensa: pinturas no tóxicas y fáciles de lavar, especialmente preparadas para pintar con los dedos o las manos, ceras gruesas de colores, témperas escolares, etc. Poco a poco, empezarán también a usar rotuladores, lápices de colores y acuarelas, y a elegir y manejar pinceles de distintos tamaños en función de lo que vayan a pintar.

"El planeta de Plaf" (según Chema)Aunque no tenemos que olvidar que el tema que nos ocupa son las actividades extra-escolares, considero fundamental introducir estos aspectos previos, porque es necesario un buen trabajo docente y de motivación por parte de los maestros en el colegio, para que los niños aprendan a divertirse contando sus pequeñas y grandes historias a través de los colores y las formas; sus “formas” y sus colores, probablemente extraños y disparatados, pero que durante unos años serán su principal lenguaje expresivo y, si la labor se hace bien, los niños pondrán el mismo afán y entusiasmo cuando pinten en casa y quieran sorprender a sus padres.

En mi opinión, es bueno para “todos” los niños fomentar en ellos la necesidad de expresar sus sentimientos “también” a través de la pintura y el dibujo, al menos, durante las etapas de Educación Infantil y Primaria. Durante estas etapas, además del trabajo “libre” que pueden hacer en casa, y de las salidas que hagan con el colegio y sus familias para ver museos y exposiciones (algo siempre conveniente y recomendable)  es habitual contar con la posibilidad de asistir a actividades extraescolares de pintura y creatividad en los propios colegios, para todos aquellos niños que pidan algo más, para los que la pintura se haya convertido en su mayor afición, e incluso para aquellos que tengan dificultades cognitivas o expresivas de algún tipo y consideremos que este tipo de actividades les pueden ayudar, en ocasiones, después de haber sido aconsejados por maestros y/o especialistas. Para todos ellos ésta puede ser su actividad, con la seguridad de que también para todos los demás sería sin duda una buena opción si no se inclinan por otra cosa, que no sea “sólo ver la tele”, “sólo jugar con la play”, etc.

El Modelado como introducción a la escultura

Paralelamente a la pintura, la pasta para modelar, bien sea arcilla o plastilina no tóxica, cumple exactamente la misma función educativa ya mencionada, especialmente en las primeras etapas. La diferencia es que, en este caso estamos en el terreno de la tridimensionalidad. Poderse expresar en tres dimensiones, crear volúmenes, es también algo maravilloso para los niños y, aunque entraríamos ya plenamente en el mundo del juego, yo tampoco descartaría el valor artístico y la importancia creativa de los juegos de construcciones, con los que también pueden trabajar las tres dimensiones e introducirse sutilmente en los terrenos de la escultura y la arquitectura.

Plastilina de coloresCentrándonos en este caso en el modelado, la plastilina de colores resulta genial para los niños pequeños, y lo mismo digo de las pastas de modelar de diferentes tipos y colores. En mi niñez,casi la única alternativa a la plastilina, siempre maravillosa, era la arcilla, y pocas aulas podían estar preparadas adecuadamente para trabajar con ella de forma limpia y eficaz. Además, tenía el inconveniente del secado que, si se hacía sin horno (lo cual era lo más habitual o incluso lo único) las obras eran perecederas y se destruían fácilmente. Hoy, sin embargo, existen multitud de pastas de secado al aire, con la que los trabajos de los niños pueden pasar a ser permanentes, lo cual, en muchas ocasiones, también resulta positivo, motivador para ellos y gratificante para sus padres “y abuelos”.

En cuanto a cómo desarrollar estas habilidades como actividad extra-escolar, en ocasiones forman parte del programa de las actividades extra-escolares de pintura de las escuelas, pero, sin recurrir a academias privadas, que también las hay, también contamos con los centros culturales de los barrios y pueblos, en los que habitualmente ofrecen actividades de cerámica y modelado para todas las edades. Pequeños talleres para modelar con pastas de diversos materiales, como pasta de papel, de arroz, etc. también suelen estar disponibles en dichos centros.

Para terminar, tampoco podemos olvidar para todo este tipo de actividades plásticas, los talleres que ofrecen periódicamente muchos de nustros principales museos, como ya mencioné anteriormente y de lo que hablaré con más detenimiento en el futuro.

La semana que viene hablaré de las actividades musicales y de dramatización, algo con lo que, en esta ocasión como padre, estoy también muy familiarizado por los estudios musicales de mi hija y por “su manía” de hacer de ello algo divertido…

viernes, 24 de agosto de 2012

Las actividades extra-escolares - 3

Tal y como dije en las entradas anteriores, mi recomendación es que los niños puedan tener una actividad extra-escolar deportiva y otra cultural. No creo que sea admisible que alguien diga de un niño que es un negado para cualquier tipo de deporte, o todo lo contrario, ¡que sólo sirve para eso! cuando su salud y su desarrollo físico y psíquico están en juego y, sobre todo, en constante evolución. Además, el trabajar ambos aspectos es una buena forma de que les vayamos conociendo mejor y de que se conozcan a sí mismos. Para ello, también decía que no podemos elegir a la ligera ni obrar aleatoriamente, y me remito, en este sentido, a lo ya comentado a la hora de seleccionar una buena actividad deportiva para ellos.

Las actividades culturales

FloripondiaEn el caso de las actividades “culturales” también tenemos muchas posibilidades, desde las distintas disciplinas artísticas como la pintura, el modelado o la música, hasta aquellas relacionadas con el aprendizaje de idiomas. En el primer grupo podríamos incluir actividades breves, como talleres de creatividad o de manualidades que se pueden llevar a cabo, a veces en la propia escuela, o en museos e instituciones prestigiosas, como veremos más adelante, pero también podemos y debemos incluir todas aquellas actividades y salidas culturales que hagamos junto a nuestros hijos… y éstas serán importantísimas, no sólo por el aprendizaje que supongan para ellos, sino por el hecho de que padres e hijos puedan compartir experiencias y momentos significativos.

Sin llegar a saturarlos, siempre buscando un equilibrio, podemos llevarles a museos, a ver obras de teatro y otros espectáculos apropiados para su edad. Esto será especialmente importante desde los primeros momentos, incluso cuando apenas tienen 2 o 3 años; y en una ciudad como Madrid, tenemos una estupenda oferta, muchas veces gratuita, para niños de todas las edades. Se trata de motivarlos y estimularlos de forma divertida, nunca exageradamente, pues podríamos conseguir el efecto inverso, si nuestras “salidas” acaban convirtiéndose en un suplicio para ellos. Tampoco es cuestión de fijar una periodicidad concreta, pues además de no ser algo siempre factible, todo va a depender de muchos factores, desde el contexto y los hábitos familiares, hasta nuestra propia motivación durante las salidas con nuestros hijos; si ésta no es real, ellos lo pueden notar y quedar todo como “muy artificial”; tanto, como para que prefieran quedarse en casa viendo la “tele”. Pero puestos a aventurarnos sobre algún mínimo o máximo, lo que yo nunca haría con los niños “como norma” sería hacer una “salida cultural” el sábado y otra el domingo, con las lógicas excepciones de un viaje a otra ciudad, dónde hay que aprovechar el tiempo con otra perspectiva, y así se lo tenemos que hacer entender, para vencer posibles y lógicos rechazos iniciales. Pero, por supuesto, si es el niño el que pide insistentemente ir un día sí y otro también a ver uno o varios museos o exposiciones, ahí no hay más que hablar y, si podemos, bien porque sea fin de semana o un periodo vacacional, no es ésta una oportunidad educativa que haya que desaprovechar.

Talleres educativos en el Museo Thyssen-Bornemisza de MadridVolviendo a las salidas en nuestra propia ciudad, en lo que respecta por ejemplo a los museos, por lo general, las visitas han de ser breves. Con una sala, bien elegida, puede ser suficiente, y muchas veces en los propios museos, en función de la edad de los niños, nos pueden asesorar al respecto, pues ya es habitual que cuenten con departamentos especializados, que a veces preparan incluso talleres periódicos pensando en los más pequeños. Probablemente volveré a retomar este tema en el futuro, pues creo que es suficientemente interesante como para dedicarle un artículo completo, poniendo incluso enlaces de las muchas alternativas que tenemos en nuestra ciudad.

En cuanto a la importante cuestión de qué actividades elegir, de nuevo tenemos que basarnos en la observación y en nuestra comunicación directa con ellos, para ir probando actividades que les gusten y en las que se encuentren cómodos y felices. Pero sus habilidades han de ser tan importantes como sus necesidades, y la opinión de sus maestros puede ser también fundamental, porque interactúan con ellos día a día en el aula y nos pueden hacer alguna sugerencia o dar alguna pista que se nos escape. Dicho esto, aunque se podría estructurar de muchas otras maneras, para organizar la información, voy a dividir las actividades de este apartado en los siguientes tres grupos:
  • Actividades plásticas: en las que incluiré la pintura y todas aquellas actividades manuales relacionadas con la creatividad.
  • Actividades musicales y de dramatización: en las que podemos incluir el manejo de instrumentos musicales, los coros, e incluso la danza y la gimnasia rítmica (estas dos últimas, a caballo entre las actividades deportivas y las culturales), así como el teatro, con las tremendas posibilidades educativas que tiene, y con el poco partido que, en mi opinión, se le saca en los colegios.
  • Actividades de lectura, escritura y aprendizaje de idiomas: sin duda también muy importantes, especialmente como actividades de complemento y refuerzo.
La próxima semana comenzaré pues con el apartado dedicado a las actividades plásticas que, por cuestiones obvias, es sobre el que puedo hablar con mayor fundamento.

viernes, 17 de agosto de 2012

Las actividades extra-escolares - 2

En la entrada de la semana pasada hablé sobre la necesidad de las actividades extra-escolares y de la importancia que tienen en el desarrollo de nuestros hijos. No se trata simplemente de llenar su tiempo para que estén ocupados o, peor aún, para que “nos dejen en paz”. Lamentablemente esto es lo que algunos “padres” tienen en la cabeza, y suele ser objeto de chistes varios entre los adultos. Está claro que, cuando los niños están felices ocupando su tiempo en alguna actividad enriquecedora, sus padres pueden aprovechar para hacer otras actividades, pero esto último no debería ser la finalidad principal.

¿Qué actividades son las más adecuadas para nuestros hijos y cómo elegirlas?

No hay una fórmula única. Las posibilidades, al igual que la diversidad de personalidades, actitudes y aptitudes de los niños, son prácticamente infinitas. Por ello, como decía anteriormente, no hay que elegir nunca a la ligera y de forma precipitada pensando más en nuestros propios intereses o aficiones que en ellos mismos. Hay que conocerles, hablar con ellos, realizar actividades juntos, participar en sus juegos y, sobre todo, observarlos para que nadie nos tenga que contar en qué son o pueden ser buenos nuestros hijos o, simplemente, qué puede resultar más apropiado para ellos. Tampoco es éste el marco adecuado para abordar todas las variantes imaginables, y me voy a limitar aquí a una situación general que pueda servir para la mayor parte de los niños.

En primer lugar, la recomendación general que hago es, siempre que sea posible, elegir una actividad cultural y otra deportiva, repartidas a lo largo de la semana. Esto no debería ser incompatible con cualquier hipotética actividad de refuerzo que los niños necesitaran en alguna de las materias, y les ayudaría a estar más motivados.

Las actividades físicas o deportivas

Carmen, 3ª en la II Carrera Popular de Tetuán, junto a dos compañeras del club.Para empezar, algo muy a tener en cuenta, no sólo en las actividades deportivas, sino también en las culturales, es la lógica limitación de edad para poder realizar algunas de ellas. Por ejemplo, me consta que uno de los mejores clubs donde practicar atletismo en Madrid, es la Agrupación Deportiva Marathon, con sus Escuelas de atletismo para niños de 6 a 16 años, por lo que si ésta fuera la mejor opción para un niño, habría que esperar a que cumpliera dicha edad. Esto mismo, nos puede suceder en muchas otras actividades, pero siempre encontraremos alternativas, como las actividades extra-escolares que se suelen ofrecer en los propios colegios, y que vienen muy bien para ir tanteando sobre sus gustos y cualidades. En el mismo sentido, otra opción apropiada para los niños de todas las edades es la natación y, hagan lo que hagan posteriormente, siempre será divertido para ellos y muy bueno para su desarrollo.

A lo mejor resulta que, después de tres años yendo a la piscina, vemos que ni va con ganas, ni se lo pasa bien, ni tiene intención alguna o expectativa de emular a Michael Phelps… ni a la Sirenita… Lo normal entonces sería probar con otras opciones. Es muy importante que, al menos de vez en cuando, tengamos la oportunidad de observar a nuestros hijos durante las actividades, no vaya a ser que nuestra percepción o la suya esté alterada por otro tipo de factores. Por ejemplo, un niño puede tener unas cualidades buenísimas para el Kárate, pero al mismo tiempo puede tener miedo a ir a clase porque uno o más compañeros se metan con él. Por el mismo motivo, siempre es necesario hablar periódicamente con sus monitores para detectar cualquier tipo de problemas antes de que sea tarde. Los niños, potencialmente, son como trozos de barro con los que se puede modelar casi cualquier cosa, pero a veces basta una mala experiencia inicial en algo para que lo descarten definitivamente.

Cuando nos encontremos en una situación como la anterior, tendremos que decidir lo que consideremos mejor para ellos, porque lo que nunca podemos hacer es forzarles a que algo voluntario y positivo se convierta en todo lo contrario; en algo tan traumático y desmotivador que les afecte negativamente incluso en su rendimiento escolar. Solucionar los problemas con sus compañeros, cambiarles a otro lugar donde puedan realizar la actividad, o buscarles otra alternativa en la que pensemos que también se lo pueden pasar bien y continuar con su evolución y aprendizaje, son algunas de las posibilidades que tendremos que barajar.

Elegir un buen club o escuela deportiva

Llega un momento en que si nuestros hijos se empiezan a entusiasmar con un deporte determinado, nos tenemos que empezar a plantear el pequeño salto de pasarles a un buen club o escuela, donde puedan practicarlo en mejores condiciones. A partir de cierta edad, se podrán incluso federar y participar en competiciones oficiales. Si viven su deporte y son felices con él, lo podrán compaginar sin problemas con sus estudios y, especialmente cuando se acerquen a la adolescencia, evitarán o reducirán peligrosos “tiempos muertos” que no siempre se llenan de la mejor manera posible. Además, la motivación en el deporte les ayudará igualmente a reforzar su autoestima y a seguir creciendo como personas, y tendrán otro importante núcleo de compañeros y amigos, junto con el escolar, con los que compartirán valores e inquietudes.

Escuelas de Atletismo A.D. Marathon Lo realmente importante en este tipo de clubs es que les presenten un deporte de forma divertida, como si de un juego se tratara, sin olvidarse nunca de que son niños y están en pleno desarrollo. Es fundamental que nos aseguremos de que se les cuida y se les motiva adecuadamente, evitando más esfuerzos de los necesarios, pero enseñándoles a un tiempo a competir y a amar su deporte. Esto lo hacen muy buen algunos clubs deportivos, como la A.D. Marathon, que mencione anteriormente, y a la que invito a conocer desde aquí, a todos aquellos interesados en el Atletismo.

En la próxima entrada, veremos como muchas de las premisas que aquí he mencionado van a ser igualmente válidas para las actividades culturales, sin desmerecer nunca a unas frente a las otras, como suele ser tan habitual en uno y otro sentido.

viernes, 10 de agosto de 2012

Las actividades extra-escolares - 1

Antes de nada quiero aclarar que, inicialmente, debido a las vacaciones  de algunos de mis lectores, me había planteado interrumpir la inclusión de nuevas entradas durante el mes de agosto. En lugar de eso, voy a ir introduciendo en pequeñas partes esta nueva entrada sobre las "actividades extra-escolares", que espero haber completado a la finalización del mes.
En primer lugar, es evidente que esta entrada está más dirigida a los padres que a los maestros. No obstante, como veremos más adelante, en determinados casos de nuevo puede ser muy positiva  la colaboración entre unos y otros a la hora de buscar las actividades más interesantes y enriquecedoras para los niños. También, quiero hacer hincapié en que el presente artículo lo baso fundamentalmente en mi propia experiencia como padre y en el famoso “sentido común”, al que también se conoce como el menos común de los sentidos.

¿Son necesarias las actividades extra-escolares?

¡Me aburro!Por supuesto que sí. En el amplio sentido de la palabra, “es necesario” que las actividades físicas y culturales no se limiten al ámbito de la escuela; otra cosa es cómo los padres gestionen dichas actividades para sus hijos. Sería incomprensible que al regresar los niños del colegio su actividad se limitara, por ejemplo, a estar frente al televisor. Y peor incluso sería que los padres pensaran que “eso” es necesariamente una actividad cultural. Personalmente, no tengo nada contra la televisión; es más, reconozco su importante papel como herramienta educativa, si se eligen los programas adecuados y no se abusa del tiempo que estamos frente a ella… ni los niños, ni los adultos, porque, queramos o no, siempre seremos su referente más inmediato, y no deberíamos nunca predicar una cosa y hacer lo opuesto ante ellos. Lo mismo cabría decir del uso de las famosas  “maquinitas”, juegos de ordenador o incluso internet, con lo que los niños ocupan su tiempo, en muchas ocasiones de forma indiscriminada y sin suficiente control paterno.  

Otro aspecto importante es el físico. Debido a lo comentado en el párrafo anterior, con el avance de las Nuevas Tecnologías y los muchos “atractivos” que presentan para los menores, sus momentos de ocio y sus propias vidas se han vuelto mucho más sedentarios y estáticos, con los peligros para su salud física y mental que esto supone. No se puede comparar la socialización real y directa de un grupo de niños participando o jugando juntos de forma periódica, con la supuesta socialización virtual de las redes sociales, a las que los niños están accediendo cada vez de forma más temprana. Son evidentes las ventajas que “puede” llegar a tener esta forma de comunicación para los adultos, e incluso para los adolescentes si las usan de forma controlada e “inteligente”. Especialmente los primeros y parcialmente los segundos, pueden llegar a sortear parte de los muchos inconvenientes que éstas también presentan, pero eso es algo que nunca podrían hacer los niños, y el motivo por el cual considero las redes sociales totalmente desaconsejables para los alumnos de Educación Primaria, e incluso de 1º de ESO. También es obvio que no todos los niños tienen el mismo nivel de maduración y que resulta muy difícil establecer fronteras, pero si tuviera que dar mi opinión, ésa es la que yo establecería, y la que establecimos mi mujer y yo en su momento con nuestra propia hija.

Una vez presentada la necesidad de unas actividades extraescolares enriquecedoras, y qué es lo que tenemos que evitar o, cuanto menos, controlar como padres, en la próxima entrada hablaré de qué tipo de actividades considero más apropiadas y de cómo elegirlas.


viernes, 3 de agosto de 2012

Historia de una actividad cultural creada y desarrollada por alumnos


Como dije anteriormente en otra entrada de este blog, los niños pueden llegar a ser y son tremendamente creativos, “mientras les dejemos serlo”… esto es, mientras les permitamos continuar siendo niños y mientras les dejemos seguir siendo creativos. Pero poco a poco van creciendo y adquiriendo las virtudes y defectos de los adultos: “¿cómo voy a pintar el cielo verde?”, ¿cómo va a estar mi goma de borrar llena de Willities juguetones?, “¿cómo voy a escribir un cuento de una serpiente futbolista? ¡si ya soy mayor!”… se harán éstas y muchas preguntas similares antes de abordar cualquier tarea creativa, a veces con miedo a no cumplir las expectativas que padres y maestros han puesto en ellos

Pero si hasta ahora hemos fomentado en ellos la creatividad, y les hemos motivado para que lo sean siempre que puedan, no tenemos que frenarles en el último ciclo de primaria, cuando, poco a poco, se van acercando a una edad tan difícil y problemática para ellos como es la adolescencia. Es precisamente la creatividad la mejor vía de escape posible a la rutina y el mejor aliado que pueden tener para expresar sus sentimientos y crecer como personas.

Si desde niños les hemos motivado en clase y en casa de forma adecuada y hemos sabido valorar y hacerles sentir orgullosos de sus creaciones e iniciativas, simplemente necesitarán un pequeño empujoncito de vez en cuando; una muestra de confianza y apoyo para que sigan sorprendiéndonos con sus ideas. No es una tarea fácil, hoy día, con tantas interferencias a su alrededor: móviles, redes sociales, tabletas, iPods, iPads, Plays y todo tipo de artilugios y juegos de ordenador, que si bien en muchos momentos pueden ser estupendas herramientas educativas, su abuso y falta de control paterno les pueden sumir en el más absoluto de los desastres, sin dejarles apenas tiempo para pensar y razonar, en unas edades en las que son francamente vulnerables.

Retomando lo que ya comenté al hablar de la tormenta de ideas, creo que sería interesante usar esta técnica a comienzo del primer trimestre, para que entre todos propongan alguna iniciativa o proyecto a realizar a lo largo del curso, con la mínima intervención posible por parte de padres y maestros. Una novela colectiva, un gran mural en las paredes del colegio, un proyecto solidario, una obra de teatro o, por qué no, incluso un musical

Un ejemplo de ello, es precisamente lo que muestro en este vídeo. No se trata de un proyecto de alumnos de Primaria, sino de 2º de ESO, pero como todos sabemos, hasta hace pocos años, el equivalente a este curso era el 8º de EGB, y son muchos los maestros habilitados que siguen dando clase en ese nuevo ciclo. En esta ocasión, la idea no surgió de una tormenta de ideas, sino de la iniciativa de una de las alumnasCarmen Vicente Andrade, que escribió el guión, compuso la letra y música de las canciones, grabó su interpretación al piano, dirigió la obra y actuó en ella junto a sus compañeros. Entre ellos supieron motivarse mutuamente y sacar adelante el proyecto, en la mayor parte de los casos, sin tener apenas  conocimientos musicales. Eso siempre fue lo de menos. Obviamente, tuvieron que contar con la colaboración de la dirección y la jefatura de estudios del instituto que, tras conocer el proyecto,  les proporcionaron acceso al salón de actos para los ensayos y la representación final. También les apoyó en todo momento su tutora y profesora de música y, aunque la iniciativa partió de una alumna, el mérito fue por igual de todos los compañeros que participaron en la misma, venciendo sus temores a actuar en público y sintiéndose felices y orgullosos tras haberlo hecho.

Se trata pues de una obra totalmente original, y aunque la calidad del vídeo no es muy buena, y en ocasiones cuesta oír bien las canciones, como maestro, considero que puede ser un buen ejemplo para motivar a nuestros alumnos a desarrollar su creatividad y llevar adelante sus propios proyectos e ideas. El musical, titulado "Nos unió la guerra", apenas dura 26 minutos, y la lógica falta de preparación y medios de los chicos, crea incluso situaciones divertidas… 

Dedico esta entrada a Carmen Vicente Andrade… mi hija.