domingo, 2 de diciembre de 2012

Qué cualidades debe tener un buen maestro

En esta ocasión, quiero presentar a fondo un tema al que llevo dando vueltas desde el principio de esta aventura. Se trata de qué cualidades son las que yo considero más importantes para ser maestro o profesor, pero para serlo de verdad, y no simplemente para limitarse a “trabajar” de maestro, que es otra cosa bien distinta.

Vivimos una época de falta de vocaciones, dónde muchas veces prima el encontrar un trabajo, el que sea, por encima de todo, si llegar a él resulta menos complicado que a otros objetivos meramente profesionales. Frente a esto, hay montones de maestros entregados de verdad y de aspirantes a maestro que, como yo, ya lo son, todavía sin serlo… Pasar una oposición, o conseguir una simple entrevista de trabajo en un colegio privado o concertado, puede convertirse en una tarea tremendamente complicada. Valores como la vocación, temprana o tardía, el tener una importante experiencia de vida y pluridisciplinar, o el haberse esforzado en el trabajo diario durante la carrera para tener un buen expediente académico, quedan frecuentemente supeditados a factores poco éticos que, como todos conocemos, no voy a enumerar ahora.

La vieja EscuelaPero lo principal, lo más importante en un colegio o instituto, son y han de ser sus alumnos. Formarlos de verdad, en conocimientos, pero sobre todo en valores, debería ser la principal prioridad de cualquier equipo directivo antes de contratar a quien puede  ser una pieza clave en el prestigio y la calidad de un colegio. Esto, lógicamente, requiere un pequeño mayor esfuerzo inicial, al tener que leer detenidamente más currículums, antes de tirarlos directamente a la papelera, presuponiendo demasiadas cosas en lugar de interesarse por conocer a la “persona”. Hacer más entrevistas a aspirantes a maestro y hacerlas sin ningún tipo de predisposición negativa y sin favoritismos, muchas veces erróneamente establecidos, pueden marcar la diferencia entre la mediocridad y la excelencia de un centro educativo.

En mi caso, como muchos otros maestros aspirantes a serlo, considero que muchas de las cualidades y características personales que nos llevaron en su día a emprender este sueño, tan bello como sacrificado y sincero, deberían ser tenidas en cuenta en cualquier proceso selectivo. Las que citaré a continuación son las que, de la forma más objetiva posible, considero ideales y referente para cualquiera que quiera aspirar a ser maestro. Ninguno cumpliremos todas, al menos al cien por cien, pero, personalmente, son las que creo que tenemos que tener ahí, siempre, como objetivo a alcanzar. Dependiendo de los casos, y de las potencialidades y personalidades de cada uno, puede que unas se puedan contrarrestar con otras junto con trabajo y dedicación y, sin duda, es fácil que me deje alguna en el tintero. Por ello, antes de comenzar, invito desde aquí a que si alguien echa en falta cualquier aspecto, o quiere matizar algo, no tiene más que añadirlo directamente como comentario, enriqueciendo así una entrada que puede ser muy útil y positiva para todos.

1. Características y rasgos personales

Independientemente de su cualificación y preparación profesional, el maestro debería acercarse a un perfil personal lejos del cual difícilmente podrá llegar a ser un buen docente, especialmente cuando los educandos van a ser niños.

Los rasgos y características que considero más importantes en este perfil personal deseado, serían los siguientes, algunos de los cuales, por su relación entre sí los incluyo agrupados:

Cordialidad y cercanía

En primer lugar y si nos planteamos el papel del maestro incluso desde su primer encuentro con los que van a ser sus alumnos, éste ha de ser Cordial, Cercano y lo más Simpático posible. No hay que olvidar que se va a encontrar con niños “expectantes”, algunos hasta ligeramente asustados ante el posible cambio de maestro, del que muchas veces no saben nada, en el nuevo curso que van a comenzar.

El maestro tiene que conseguir con su trato que los niños no tengan miedo a preguntarle y pedirle consejo cuando sea necesario. Si descontamos las horas de sueño, en algunos casos, el niño va a pasar más tiempo con el maestro que con sus padres, y a veces de forma mucho más intensa y comunicativa. Dejando aparte la relación de enseñanza-aprendizaje que van a tener y a la que haremos alusión cuando tratemos el perfil profesional del maestro, es fundamental “romper el hielo” en la necesaria relación humana que se va a establecer.

Entereza y autoridad

Sin desmerecer las anteriores características mencionadas y en necesario equilibrio con ellas, quiero destacar la entereza y más aún la autoridad que ha de saber tener el maestro, por muy dura que suene la palabra. Especialmente, si las contraponemos con la Simpatía, el maestro ha de evitar “pecar” de ésta en exceso, por la facilidad que tienen los niños para “perder los papeles”.

El respeto que va a ser necesario en la educación global de los niños, tiene que mantenerse siempre como referente por parte del docente, y aunque éste habrá de ser mutuo, será el maestro, especialmente en los primeros cursos, quién tendrá que establecer los límites en el aula; y, para ello tendrá que saber mantenerse firme cuando sea necesario y cuando la distinción de su rol corra peligro, por supuesto, siempre lejos de cualquier signo de violencia.

Paciencia

La pacienciaEl maestro ha de ser paciente. Una de las bases de la educación actual es que no hay dos niños iguales. Sus ritmos de trabajo, sus comportamientos en clase y todos los factores externos que puedan afectar a su aprendizaje, provocan lógicos desfases en las necesidades temporales de aprendizaje de cada uno. Unos necesitarán más tiempo y otros menos para hacer las tareas y comprender lo visto en clase. Tenemos que ser pacientes por igual, tanto con los que terminan demasiado pronto y requieren algo más, como con los que necesitan más tiempo y que les repitamos de nuevo cualquier explicación. Nuestro apoyo ha de ser firme y constante y nunca tenemos que dar nada por perdido ni mostrarles una falta de confianza hacia ellos.

Entusiasmo y entrega

Aun acercándonos mucho a un rasgo profesional, yo hablaría aquí incluso de vocación. El maestro debe mostrar entusiasmo y entrega en su trabajo diario porque su materia de trabajo es lo más sensible del mundo, los niños, acreedores de todo el esfuerzo necesario por su parte. Si un maestro tiene vocación, su profesión le entusiasmará y se entregará al máximo y, como decía hace un momento, la paciencia no será algo que tenga que forzar artificialmente, porque estará cumpliendo una función que le llena.

Al igual que debería ocurrir, por ejemplo, con los médicos, y aunque por motivos distintos, los maestros no hacen un trabajo rutinario que puedan desarrollar fríamente, sin humanidad y sin pasión, ni siquiera basta con que el entusiasmo se sienta por dentro, porque es algo que tienen que transmitir. Los alumnos, en este caso, deben ser conscientes en todo momento de que se les está tomando en serio y de que el maestro no está, simplemente, cumpliendo un horario y deseando terminar su “trabajo” para irse pronto a casa. Ni la sobresaturación de alumnos en las aulas, ni la falta de recursos humanos y materiales en algunos colegios, por los recortes en educación de los últimos años, deberían ser excusa para ello.

Humildad

Antes hablaba de respeto y autoridad, y es evidente que se van a dar momentos donde estos rasgos son muy necesarios, como ya hemos visto. Pero al igual que contraponía dichos rasgos con la simpatía, para mantener un equilibrio correcto, también hay que saber ser humildes cuando sea pertinente.

La humildad puede ser hasta positiva para mantener el respeto y la autoridad, porque aumentará la confianza de los niños en su maestro como referente en el aula, que también es humano y también se equivoca.

Son muchas las tareas y exámenes que tendrá que corregir, y por su lógica cualidad humana, en ocasiones se producirán errores que habrá de subsanar con humildad y rapidez. Es un valor muy importante que ha de transmitir a sus alumnos también en su actitud cotidiana ante ellos. “Yo no soy un ser superior a vosotros, y lo que digo no va a misa, sino que soy humano y también me puedo confundir”. Los niños "más listos” (que no siempre tienen porqué serlo),  siempre en pro de su formación, necesitarán ejemplos y referentes constantes de este estilo para compensar los desproporcionados elogios que podrían llegar a recibir en su entorno familiar.

Facilidad de comunicación

El maestro debe tener lo que coloquialmente se llama, “don de palabra”. No hay que olvidar que en el proceso comunicativo que se establecerá cada día en el aula, él desempeñará la mayor parte de las veces el papel de “emisor”. Pero también será a menudo “receptor” y recibirá constantes respuestas que, sobre todo en los primeros cursos de los niños, no siempre estarán claras, a veces incluso serán tremendamente confusas, y él las debe saber interpretar en la medida de lo posible para poderles corregir positivamente.

Además, no hay que olvidar que sus alumnos no serán sus únicos interlocutores. Se tendrá que comunicar periódicamente con sus padres, tanto colectiva como individualmente, y deberá hacerlo con fluidez y propiedad, porque esa misma seguridad y entusiasmo que debe transmitir a sus alumnos, la debe mostrar, en mayor grado si cabe, cuando se comunique con sus progenitores, que a veces podrían acudir “a la defensiva”, justificadamente o no, a las tutorías.

Igualmente, en las reuniones y participaciones en los equipos docentes del colegio, tendrá que participar activamente, y éste será otro “campo de batalla” donde tendrá que mostrar una adecuada fluidez verbal.

Creatividad y decisión

CreatividadSon dos rasgos diferentes, pero he preferido comentarlos juntos, porque de nada le sirve a un maestro ser creativo a la hora de enfrentarse a situaciones de difícil solución o de hacer propuestas didácticas interesantes, si no tiene la capacidad de decisión suficiente como para llevarlas a cabo.

El maestro se va a encontrar a menudo con situaciones en las que, con los recursos establecidos o habituales, no será capaz de encontrar soluciones rápidas o eficaces. Es aquí donde su creatividad e imaginación va a ser importante para “sacarse de la manga” propuestas de solución viables. Esta creatividad también le resultará muy útil a la hora de hacer planteamientos didácticos novedosos o interesantes, aunque en este caso estaríamos hablando de la aplicación de la creatividad a su perfil profesional.

Pues bien, tanto en un caso como en otro, así como en situaciones totalmente ajenas a la creatividad, ha de tener suficiente capacidad de decisión para llevar a cabo sus propuestas. Esta capacidad le será igualmente necesaria cuando tenga que solicitar medios o equipos necesarios y disponibles para mejorar su trabajo.

Ser abierto y reflexivo

Al igual que es importante la creatividad cuando las buenas ideas parten de él, no siempre va a ser así, sino que, por el contrario, el maestro va a ser el receptor de ideas creativas, a veces aparentemente disparatadas, pero no por ello y en todos los casos, faltas de interés. En estos casos es importante que se muestre abierto y reflexivo para valorar la viabilidad de las ideas propuestas antes de descartarlas de entrada.

De la misma forma, en su relación directa con sus alumnos, muchas veces recibirá respuestas ambiguas, pero no del todo imprecisas, que tendrá que saber valorar en función del contexto y la situación personal de los niños. Es importante mencionar también que esa actitud, si hace bien su trabajo, también la puede transmitir positivamente a sus alumnos a la hora de que puedan utilizar “sus propias palabras” para responder a cuestiones que se les planteen.

Lo mismo ocurre con su capacidad de reflexión. No va a tener que imponer conceptos de difícil comprensión a sus alumnos “porque sí”, sino que debería ser lo suficientemente reflexivo como para analizar y plantear las cuestiones paso a paso y de forma lógica, para favorecer un aprendizaje eficaz y duradero. Y debería saber transmitir a un tiempo, con el ejemplo, esa capacidad reflexiva a sus alumnos.

Capacidad de trabajo

Trabajo en equipoHay que romper con el tópico de que el trabajo de maestro es una tarea fácil. Nunca debería haberlo sido. Estamos, o deberíamos estar, lejos del maestro que se sentaba o se sienta en la mesa a leer el periódico o, en su versión moderna, a navegar o “naufragar” por internet, con temas personales o ajenos a su función docente, mientras los niños hacen sus tareas, sin preocuparse de las necesidades individuales de cada uno de ellos. Aún durante las tareas individuales, a menudo requieren de nuestra observación y apoyo, y eso no quiere decir que en un momento dado no podamos hacer simultáneamente otras tareas que nuestro trabajo requiere, como el de buscar información o datos para enriquecer una próxima explicación, corregir ejercicios, planificar la siguiente clase, etc. pero, siempre, sin dejar de estar pendientes del todo de la clase.

Aparte de esto, muchas veces, tendremos que trabajar en casa, preparando clases y materiales o corrigiendo exámenes; ¿cuál es el problema? Se supone que nos gusta lo que hacemos y, mientras este trabajo "extra", no consuma de media más de una o dos horas al día, deberíamos disfrutar haciéndolo. Es más, al menos en España, el horario de trabajo de un maestro es de 37,5 horas semanales, de las que sólo 30 de ellas son de permanencia obligatoria en el centro. Las otras 7,5 horas, habitualmente, se supone que las deberíamos cumplir en nuestro propio domicilio. ¿Y quién lo controla? nadie más que nosotros mismos y nuestra propia responsabilidad.

Seguridad en sí mismo

Para terminar, se trata ésta de una característica también necesaria y complementaria a algunas de las anteriores. Para tener capacidad de decisión, el maestro tiene que tener seguridad en sí mismo, si no difícilmente se va a atrever a tomar decisiones complejas. A la hora de tener que ejercer su autoridad y mostrar entereza, esa seguridad en sí mismo también le facilitará las cosas.

En definitiva y como decía al principio, estos serían algunos de los rasgos y características personales que debería tener el maestro.

2. Características y rasgos profesionales

En este apartado, y como ya he mencionado, podrían tener también cabida algunas de las características personales mencionadas, como el ser reflexivo  y la capacidad de comunicación, características ambas que se pueden adquirir o mejorar con la formación apropiada, en caso de que sea necesario, por su carácter fundamental en la docencia.

Vamos a centrarnos, en cualquier caso, en comentar y analizar aquí las características profesionales no comentadas anteriormente.

Buena preparación y disposición a la formación continua

Formación continuaComo decía en el anterior apartado, a la hora de establecerse la comunicación entre el maestro y los alumnos, el primero iba a desempeñar en la mayor parte de los casos el papel de “emisor”, pero es evidente que para poder transmitir adecuadamente una información, como puede ser el contenido de una materia, y para que la transmisión sea eficaz, el maestro tiene que tener la formación adecuada, lo más completa posible sobre cada una de las materias que tiene que impartir.

A lo largo de sus estudios de magisterio, habrá adquirido muchos de esos conocimientos, tanto prácticos como teóricos, pero estos no siempre serán suficientes. Además de una lógica y continua labor de recordatorio para mantener frescos sus conocimientos, el maestro deberá tener una adecuada predisposición a continuar formándose, prácticamente de forma ininterrumpida. Con las materias habituales, en áreas como “Conocimiento del medio”, los cambios son bastante habituales, pero además, en cuanto a complementos educativos y uso de nuevas tecnologías en el proceso de Enseñanza-aprendizaje, no cabe duda que la época que vivimos requiere un esfuerzo permanente para estar al día.

Desde el manejo de aparatos electrónicos e informáticos, hasta el conocimiento y control de diversos programas de software, que evolucionan cada año, la formación continua ha de estar presente a lo largo de toda la vida de un maestro.

Capacidad investigadora

En esa formación continua en que se debe implicar el maestro, éste puede jugar un papel directo y protagonista en cuanto a su propia capacidad investigadora. No todo el conocimiento, que le va a venir bien añadir al que ya tiene, se lo van a dar “mascado”, sino que él mismo, con su propio esfuerzo e investigación deberá tomar las riendas en un auto-aprendizaje teórico y práctico que le ayudará a dinamizar y amenizar las clases.

Como he dicho repetidamente, algunos rasgos personales están muy cercanos o vinculados a otros profesionales. En este caso, si un maestro es creativo y tiene entusiasmo y entrega, su labor investigadora será mucho más sencilla, y su predisposición a la misma puede ser permanente. La investigación lleva tiempo y esfuerzo, y hay que tener también una capacidad de entrega y de trabajo importantes para llevarla a cabo.

Habilidad manual

Esta característica, que también podríamos haber incluido entre las personales, considero que tiene en esta categoría una mayor relevancia. La destreza manual del profesor será necesaria en muchos momentos en el aula.

Independientemente de que al maestro no se le vaya a formar muy explícitamente en este sentido a lo largo de sus estudios de magisterio, lo que está claro es que es un rasgo que se puede mejorar y/o aprender con la práctica. La habilidad manual es mucho más importante para la formación integral de los niños de lo que se pueda suponer. En el futuro, estos niños necesitarán este tipo de destreza para muchas carreras o profesiones; desde médicos cirujanos, arquitectos, restauradores de arte, artistas o investigadores, hasta artesanos o mecánicos en todas sus especialidades.

Considero que, aunque no es imprescindible que el maestro sea un “artista”, sí es necesario que tenga un nivel mínimo y suficiente de destreza para ayudar y formar adecuadamente a los niños en sus diversas manualidades, dibujos, troquelados, recortables, modelados, etc. Si, además, esta habilidad va acompañada de sensibilidad artística, mejor que mejor.

Capacidad de organización y planificación

Estamos ante otro rasgo fundamental. Desde el punto de vista de lo que hay que transmitir a los alumnos, el orden y la organización es algo que también se puede educar desde el aula, aunque sea un tema en el que la educación paterna, en el propio hogar de los niños, sea más eficaz. Pero, ante todo, estas características son imprescindibles para la labor docente diaria de los maestros en el aula.

El maestro va a tener que pasar de una materia a otra varias veces a lo largo de una jornada, y lo tiene que hacer de forma organizada. Y no estoy hablando sólo del horario, que es algo bastante fácil de llevar y asimilar por los niños, sino de las adecuadas transiciones, y a veces relaciones, entre contenidos. A una determinada actividad de conocimiento del medio, con una lectura sobre un tema interesante, se le puede sacar mucho partido también desde el punto de vista del lenguaje, haciendo ver a los niños la importancia práctica de dicha relación, justificando así la conveniencia de una enseñanza globalizada en educación primaria.

Y por supuesto, la planificación de las diversas actividades, así como la organización de las unidades didácticas, serán labores tan importantes como habituales en la clase, como para que el maestro ponga en ellas todo su empeño y conocimiento.

Observador-orientador

Vinculo también estos dos rasgos porque uno ha de llevar necesariamente al otro. El maestro va a tener que estar preparado para facilitar la comunicación interpersonal, tanto la suya propia con los alumnos, como la de los alumnos entre sí. Pero se van a dar muchas situaciones y casos donde esto no será precisamente sencillo.

Las personalidades de los niños van a ser dispares. Va a haber casos obvios en los que el maestro vea claramente su necesidad de intervenir y aplicar sus habilidades orientadoras y de consejo, que contribuyan a mejorar el clima en el aula para que el proceso de enseñanza- aprendizaje fluya con normalidad, y con vistas también a una completa formación individual y social de los alumnos. Pero va a haber muchos términos medios, casos que no serán tan fáciles de detectar y que perfectamente podrían pasar desapercibidos, con los consecuentes problemas a nivel formativo para los niños afectados. Y es aquí donde el maestro va a tener que saber observar y ser perspicaz. Ha de ser, sin duda, un gran observador para evitar que "se le escapen" este tipo de situaciones.

Capacidad de evaluación

Va a ser ésta la que más le comprometa. El trabajo se ha hecho o se va haciendo cada día y toca evaluar los contenidos, y ha de tener un margen importante entre la objetividad y su contacto y cercanía con los alumnos.

La evaluación no tiene que pecar ni de ser muy rígida ni muy blanda; ha de ser eficaz. El niño ha de saber cuándo lo ha hecho mal, pero hay que saberle motivar para buscar su mejoría, y no frustrarle en exceso mientras haya margen de corrección. También nos encontramos con un problema en el caso contrario: niños, a los que se les va pasando de curso “por lástima” y llegan a la E.S.O. rozando el analfabetismo. Es cierto que en este tipo de situaciones más extremas entran diversidad de factores, sobre todo cuando el docente se encuentra con el problema en el último curso, cuando el margen de maniobra es prácticamente nulo; pero el maestro ha de intentar imponer su criterio evaluador en la medida de lo posible.

Motivador

MotivaciónAntes hablaba de que hay que saber motivar a los niños, especialmente si sus resultados académicos no son buenos. Estamos ante otro rasgo, cuando se posee, que da muestras de buena profesionalidad por parte de los maestros. Lo considero tan importante o más que cualquiera de los anteriores. El maestro no se debe limitar a evaluar y “dar batallas por perdidas”, sino que se debe esforzar al máximo y jugar todas sus bazas para intentar motivar a sus alumnos y levantar la seguridad en sí mismos.

La observación, mencionada atrás, también tiene mucho que ver en este sentido, pues es preferible no tener que esperar a la evaluación para detectar cuándo una posible sobre-motivación va a ser necesaria, y para ello hay que saber observar y detectar.

Pero esta motivación, no hay que reservarla para los momentos o situaciones de “crisis”. La motivación, al igual que la evaluación ha de ser continua. El maestro debe buscar los argumentos necesarios para que los niños vayan motivados todos los días a clase, y tal vez sea éste su mayor reto.

Responsabilidad

GraciasPara terminar, hay que destacar este rasgo, tanto personal como profesional que un maestro debe tener. La responsabilidad no es precisamente un rasgo exclusivo que deba tener el maestro, sino que debería ser común a la totalidad de la vida, en lo personal, y a la totalidad de las profesiones. Pero vuelvo a mencionar algo de lo que hablaba al principio, y es que el maestro trabaja con niños, y si la responsabilidad es siempre importante, en este caso mucho más.

En resumen, un maestro responsable sabrá que tiene que ser puntual, paciente, se entusiasmará con su trabajo, se formará continuamente, se preocupará constantemente de motivar a sus alumnos y de evaluarlos con la cabeza y con el corazón, buscando siempre lo mejor para ellos y su futuro.

Un cordial saludo.

sábado, 29 de septiembre de 2012

¡Vamos al Teatro!

Hace unas semanas hablé brevemente de las ventajas que el teatro presenta para los niños como actividad extra-escolar.  Les encanta actuar constantemente en sus juegos y aprenden así a interactuar con el medio y con los demás. Pero, al mismo tiempo, suelen ser unos excelentes espectadores de teatro si las obras les motivan y divierten; y esto es fácil de conseguir si dichas obras están escritas y/o interpretadas para ellos.

No es difícil encontrar en una gran ciudad montones de salas de teatro que, entre su repertorio, incluyen obras para niños de diversas edades; unas veces como adaptaciones de otras obras, y otras con trabajos totalmente originales pensados para ellos. En mi caso, me voy a centrar en Madrid, que es la ciudad en la que vivo y nací, y es dónde, como padre, desde que mi hija tenía apenas dos años, fui un asiduo visitante de diversos teatros que ofrecían y ofrecen obras para niños. Es evidente que vivir en una gran ciudad como Madrid tiene algunos inconvenientes para quienes prefieran una vida más tranquila, pero de lo que no hay duda es de que también cuenta con una gran oferta cultural, de la que padres y maestros pueden sacar un gran provecho en el proceso educativo de sus hijos y alumnos.

Salas de Teatro alternativo en Madrid

Teatro tyl-tylJunto a algunos de los mejores teatros de nuestra ciudad que suelen ofrecer obras para niños, una excelente opción, con una gran oferta para los más pequeños, son las salas de teatro alternativo. Hay muchas y variadas, y algunas de ellas, como las que cito a continuación, tienen una programación escolar a lo largo de todo el curso, con representaciones matutinas varios días a la semana. Teniendo en cuenta que incluyo las correspondientes direcciones web para obtener más información, me voy a limitar a citar sólo algunas de sus características:




  • Teatro Tyl-Tyl (www.tyltyl.org): además de la exhibición para grupos de escolares, elaboran una serie de guías que ayudan a desarrollar el trabajo artístico en el aula, consistente en diversas propuestas didácticas. Así mismo, ofrecen talleres gratuitos para el profesorado que participa en sus campañas escolares.
  • La Cuarta Pared (www.cuartapared.es): es un teatro que cuenta con 25 años de experiencia y que, en su campaña escolar de este curso 2012-2013, ofrece una gran variedad de obras de teatro, música, danza y circo para escolares desde los dos años.
  • Teatro Sanpol (www.teatrosanpol.com): con 30 años de experiencia, tiene también un estupendo repertorio de obras infantiles a lo largo de todo el año. Entre sus particularidades, podemos destacar que ofrece un 50 % de descuento para grupos escolares en las funciones de tarde.
  • Karpas teatro (www.karpasteatro.com): es otro veterano grupo teatral de Madrid que, con más de 40 años de experiencia haciendo teatro, comienza este curso la 6ª edición de su campaña escolar. En estos años, se han caracterizado por la personalización de sus obras, ofreciendo sesiones privadas adaptadas a los colegios con los que colaboran.
Además de estas cuatro salas, con una completa y experimentada campaña escolar, hay otras salas de teatro alternativo en Madrid que ofrecen periódicamente funciones de teatro infantil, especialmente los fines de semana. Ente ellas, podemos destacar: la Sala El Montacargas (www.teatroelmontacargas.com) y la Sala Triángulo (www.teatrotriangulo.com).

Teatros de Madrid con programación infantil

Son numerosos los teatros con los que contamos en Madrid y, afortunadamente, muchos de ellos cuentan habitualmente en su repertorio con obras pensadas para los más pequeños o para toda la familia. A modo de ejemplo, voy a citar algunos de estos teatros con las obras que a día de hoy tienen en cartel:
En este apartado, quiero destacar especialmente el Proyecto Pedagógico que desarrolla el Teatro Real a lo largo de todo el año. En el siguiente enlace se puede consultar la programación de esta temporada 2012 – 2013: http://www.teatro-real.com/es/ninos-y-jovenes/proyecto-pedagogico/

Museos con programación teatral para niños

No es ésta la primera vez ni la última que hablaré de la importante labor educativa de los museos, y tenemos la suerte de contar con muchos y prestigiosos en Madrid. En el tema que nos ocupa me interesa destacar los siguientes museos, ya que son algunos de los que suelen tener una programación infantil, con actividades y obras de teatro para niños:
Teatro infantil en los Centros Culturales

En los distintos distritos de Madrid y en muchos ayuntamientos de nuestra comunidad contamos con centros culturales que tienen frecuentemente una interesante oferta teatral para niños, que se puede consultar en la agenda cultural de Madrid.org ( http://www.madrid.org/agenda-cultural/) o en las propias páginas de los centros. Entre los más conocidos están:
Otros enlaces de interés

Para terminar, podemos ver a continuación una serie de enlaces a algunas páginas web, donde se puede consultar la oferta de teatro para niños de todas las edades:

viernes, 21 de septiembre de 2012

El "Día de la Paz"

Celebrar algo importante para los niños y para todos es siempre un estupendo vehículo conductor para inspirar un día de clase. En algunos casos, el tema puede y suele ser suficientemente motivador como para trabajarlo a lo largo de varios días: la Navidad, los carnavales, la llegada de la primavera… Estos temas son incluso el eje vertebrador de algunos de los bloques de contenido y son, sin duda, un estupendo recurso educativo que justifica la enseñanza globalizada. Centrándonos ahora en los días “especiales” y siempre dignos de celebrar a lo largo del año, uno de los habituales y más importantes es el “Día de la Paz”, que se ha celebrado hoy y que, cada nuevo curso, nos ofrece la oportunidad de abordar algunos de los valores más importantes que queremos inculcar a nuestros alumnos.

Mucho más que una palabra

"Paloma de la Paz" de PicassoSi repasamos nuestra historia, la de todos, no sólo la de los que tenemos aquí nuestros orígenes, sino la de aquellos con los que convivimos en nuestros barrios y pueblos día a día, con procedencias, culturas y creencias religiosas diferentes, nos damos cuenta de la verdadera importancia de la palabra “Paz”, fundamentalmente por contraposición a la triste palabra responsable de su ausencia: la “guerra”. Esta maldita palabra, que nunca merecería ser escrita en mayúsculas, es sin embargo así como ha aparecido y aparece siempre en los titulares de la prensa, desde aquellos primeros periódicos que hubieran leído los mismísimos Pedro Picapiedra y Pablo Mármol.

Ficción aparte, antes de que aparecieran los primeros periódicos en el siglo XVII, la guerra ha sido uno de los temas más recurrentes en la Historia de la Pintura o de la Literatura y, cuando la Paz ha tomado protagonismo, ha sido casi siempre para plasmar el final de algún acontecimiento bélico y no para reflejar una situación que, lamentablemente, nunca ha sido la normalidad. Desde los primeros tiempos de la humanidad hasta nuestros días, siempre ha habido guerras, de forma casi constante en algunas zonas e intermitente en otras; ni un solo día en el que haya habido Paz al mismo tiempo en todo el mundo, ni uno… Por eso, su eterna ausencia ha de llamar necesariamente nuestra atención como educadores.

Pero la auténtica trascendencia de la palabra “Paz” no ha de estar sólo en el anhelado final de los conflictos armados que hoy conocemos desde lejos, sino en su aplicación en nuestro día a día, en la educación que maestros y padres tenemos que dar a todos los niños del mundo para que, cuando crezcan y se hagan adultos, nunca vean en la guerra ni siquiera una alternativa posible. Los valores de tolerancia, comprensión, respeto y solidaridad que inculcamos constantemente a nuestros hijos y alumnos han de tener esa finalidad principal, superando los posibles inconvenientes y aprovechando las múltiples ventajas que la multiculturalidad ha traído a nuestras escuelas.

Actividades para un gran día

Son muchas las actividades que podemos trabajar para celebrar un día tan importante como éste: redacciones, dibujos y pinturas… pero, sobre todo, juegos y murales hechos en grupo o, incluso, entre toda la clase, codo con codo, trabajado en equipo e ilusionados con un mismo objetivo, deseado y buscado por todos, serán las recomendadas para ocupar la mayor parte de la jornada.

Niños trabajando en un muralPero el hecho de que, por razones obvias, anteponga las actividades grupales y más colaborativas a las redacciones y a los dibujos individuales no quiere decir que éstas últimas no sean igualmente necesarias. La expresión individual sobre lo que la Paz representa para ellos, mediante la palabra escrita o las pinceladas y trazos en un soporte, es fundamental como auto-reflexión y acercamiento personal a un sentimiento tan importante como éste y puede servir, a un tiempo, como preparación o epílogo para las actividades de grupo.

Curiosamente, no tenemos que olvidar que estamos tratando con niños que, especialmente los más pequeños, están en una fase de su vida en la que tienen casi todo por aprender y, como sabemos por experiencia, no es extraño que durante estas actividades y juegos de equipo surjan pequeños o grandes conflictos. Estos pequeños y lógicos inconvenientes los podemos, sin embargo, aprovechar como situaciones ejemplificadoras para reforzar todos los valores que implica la Paz, insistiendo ante los problemas surgidos en las actitudes y comportamientos que queremos evitar. Sin duda alguna, los niños aprenden mucho mejor a no “tropezar”, si han “tropezado” previamente y han visto o sufrido las consecuencias de ello…

Con respecto a los juegos, poco hay que decir, pues casi podría servir cualquier juego de grupo en el que los alumnos tengan que compartir un espacio y unas normas de participación y respeto por el otro. En cuanto a las posibles recomendaciones para la elaboración de los murales, simplemente las reduciría a la organización de los grupos, dependiendo siempre del tamaño del trabajo final, que puede ser desde una cartulina de 50 x 70 cm. hasta un enorme pliego de papel de embalar. Y lo mismo podríamos decir para la técnica y los materiales a emplear, donde también podemos jugar con un alto grado de libertad: desde fotografías y dibujos pegados hasta textos y pinturas aplicadas directamente sobre el soporte. Por último, aprovecho una vez más para insistir en la importancia de incentivar la creatividad de los niños al máximo en este tipo de actividades, dándoles siempre la oportunidad de equivocarse y solucionar ellos mismos los problemas que se les planteen.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Las actividades extra-escolares - 6

Para terminar esta serie de entradas, voy a hablar de las posibles actividades extra-escolares relacionadas con la lectura, la escritura y el aprendizaje de idiomas. Estos tres aspectos son también muy importantes para la formación de nuestros hijos y alumnos, y en gran medida vamos a comprobar que son actividades muy habituales dentro y fuera del entorno escolar.

Actividades de Motivación a la Lectura y “Cuentacuentos”

CuentacuentosEn ambos casos, son actividades con las que los niños están o deberían estar familiarizados desde edades tempranas. En el caso de los cuentacuentos, incluso antes de la etapa escolar, es muy probable que ya hayan tenido sus primeras experiencias en lugares como Bibliotecas y Centros Culturales, pues hay talleres y representaciones de cuentacuentos para todas las edades.

Por supuesto, hay muy buenos profesionales cuentacuentos y recomiendo desde aquí participar con nuestros hijos en algunas de estas actividades siempre que podamos; pero, sin salir del entorno familiar, no hace falta ser un profesional para motivar e ilusionar a los niños tomando nosotros mismos ese rol, narrándoles sus cuentos favoritos e incluso escenificándolos al máximo posible. Si nos piden que los repitamos una y otra noche antes de dormir es señal de que no lo hacemos “tan mal”, y es bueno que poco a poco vayamos ampliando nuestro repertorio de cuentos y relatos de la forma más variada que podamos. Si somos capaces, recomiendo especialmente el jugar con ellos a inventarnos nuestros propios finales o incluso las historias completas, una vez apagada la luz. El niño relacionará el proceso de lectura con la imaginación, se ilusionará y esperará paciente estos momentos y pronto querrá ser él quien quiera llevar la batuta en este proceso receptivo y creativo a un tiempo, muchísimo más importante de lo que pueda parecer.

Un cuento antes de dormirAl final, lo que habremos conseguido es que vean en los libros el mejor recurso para disfrutar de su tiempo libre y desearán fervientemente aprender a leer con fluidez. Por el camino tendremos muchos obstáculos y una competencia bastante “desleal”, que ya he comentado en otros apartados de este blog. No siempre será fácil luchar contra el atractivo de las “maquinitas”, los juegos de ordenador y la televisión, pero tampoco tenemos que olvidar que el mando lo tenemos que tener nosotros, y no me refiero sólo al de la tele, que también, sino al control de su tiempo y a la motivación que podamos darles, sobretodo, con nuestro propio ejemplo. Como muy bien decían en una vieja campaña de la, no siempre enemiga, televisión: “si tú lees, ellos leen”

Actividades de iniciación a la escritura

Dependiendo de cómo se haya trabajado con los niños en la escuela, y de cómo se haya apoyado desde casa el aprendizaje de la escritura, podemos estar ante algo divertido y motivador para ellos o, por el contrario, ante un auténtico suplicio. Aprender a escribir puede ser algo apasionante para ellos y no podemos desaprovechar los estupendos materiales escolares con los que contamos hoy para esta función. Por lo general, los cuadernos de escritura son mucho más interesantes y menos repetitivos que aquellos con los que nosotros aprendimos a escribir, en el supuesto incluso de que hayamos podido contar con ellos. Los propios cuadernos de trabajo ahora están planteados para que los niños estén deseando escribir los nombres de los personajes u objetos que ilustran y acompañan el texto. Pronto serán frases completas y, más tarde, párrafos enteros para explicar o resumir pequeñas escenas o situaciones.

Un pequeño gran escritorEn paralelo, necesariamente, con una motivación apropiada para la lectura y el fomento de su creatividad, los niños desearán no sólo contar, sino también escribir sus propias historias, al principio cortas, pero también apasionantes, porque serán suyas y quién sabe si las primeras huellas de unos futuros grandes escritores. El principal problema en este sentido es que, a poco que bajemos la guardia, todo nuestro esfuerzo y dedicación para motivarlos con nuestros consejos y nuestro ejemplo cuando son pequeños, puede venirse al traste fácilmente cuando van creciendo. De nuevo es algo difícil de evitar, pero no por ello tenemos que ceder en nuestra labor educativa como padres o docentes. Los lenguajes “mega-abreviados” y pobres de las nuevas vías de “incomunicación” que tanto gustan a los adolescentes, a través de las famosas redes sociales, mediante el ordenador o los teléfonos móviles de última generación, harían que el mismísimo Cervantes pudiera haber olvidado hoy día su sueño, sustituyendo los molinos por chips y pantallas táctiles con adormidera y efluvios amnésicos…

No obstante, para tratar de compensar este problema, tan real como cotidiano, y para dar continuidad a todos los niños que, con o sin ayuda, siguen viendo en la escritura una estupenda opción para llenar “de verdad” su tiempo libre, podemos buscar en nuestro entorno cercano talleres de Iniciación a la Escritura o Creación Literaria, adaptados a diversas edades e, incluso, crearlos y fomentarlos nosotros mismos, con la colaboración de las AMPAs, en la propia escuela.

Actividades de aprendizaje de Idiomas

Aprendizaje de idiomasSaber idiomas siempre ha sido importante, pero nunca tanto como ahora, cuando el hecho de aprender por lo menos Inglés se ha convertido casi en una necesidad para muchos de nosotros, pero, sobre todo, para nuestros hijos. Como ya dije también en otras secciones de este blog, el hablar inglés, al igual que el tener unos conocimientos, por lo menos, básicos de informática, es hoy tan necesario como hace unos años lo era el saber hablar y escribir en nuestra propia lengua.

A nivel escolar se está trabajando desde hace ya mucho tiempo, introduciendo a los niños en la lengua inglesa desde las primeras etapas. La idea es que puedan comunicar en dicha lengua cuanto antes. En Madrid, estamos siendo testigos de la creciente transformación de los colegios en centros bilingües de forma acelerada. Sin ir más lejos, hoy mismo he leído que, a partir del próximo curso, todos los colegios nuevos serán de este tipo, y todo parece indicar que no es algo que tenga marcha atrás. Personalmente, no soy partidario de que materias tan importantes como “Conocimiento del Medio” se impartan en una lengua que no sea la propia del profesor y los alumnos. Es una especie de atajo para aprender antes una lengua en detrimento no sólo de unos conocimientos muy importantes, sino también de la lengua principal. Creo que se podrían conseguir los mismos o mejores resultados con una reorganización del sistema más profunda y eficaz, pero, de momento esto es lo que nos ha tocado y abrir aquí este debate tampoco nos llevaría a ningún sitio.

En cualquier caso, lo que es evidente es que, con el auge de estos colegios bilingües, la mayor parte de los niños tendrán la oportunidad de saber comunicar de forma fluida en inglés antes de llegar a la universidad, en el caso de que opten por dicha opción educativa. Teniendo esto en cuenta, y la premisa fundamental de que no hay dos alumnos iguales, a muchos de ellos les puede venir muy bien participar en actividades extra-escolares para mejorar o reforzar su dominio del inglés e, incluso, para poder seguir de forma apropiada las clases de otras materias que se impartan en dicha lengua. Afortunadamente, casi todos los colegios ofrecen hoy día esta posibilidad entre sus actividades extra-escolares, pero, además, también las podemos encontrar en la mayor parte de los centros culturales y, para quien lo prefiera y no le importe pagar un poco más, hay montones de academias para todos los niveles.

Por otro lado, aunque hasta ahora estoy hablando del aprendizaje del inglés, el francés será una materia optativa habitual en la ESO y el Bachillerato y también puede ser interesante ir introduciendo a los niños poco a poco en esta lengua. Así mismo, el alto porcentaje de inmigrantes de algunos países en determinadas zonas de nuestra ciudad, hace que el aprendizaje de sus idiomas pase a formar parte de las actividades extra-escolares que ofrecen los colegios de forma regular, como ocurre en muchos colegios de la zona de Usera en Madrid, con una gran población de origen Chino, pasando a ser ésta también una diferente e interesante opción para nuestros hijos. Y qué decir del Alemán, cuya demanda de trabajadores con conocimiento de esta lengua ha desbordado las Escuelas de Idiomas en los últimos años y ha pasado a ser otra alternativa a tener en cuenta. Eso sí, quien quiera que sus hijos obtengan esta formación complementaria en una Escuela Oficial de Idiomas, tendrá que esperar a que cumplan la edad mínima exigida, que es de 14 años y, además, no podrán matricularse en el mismo idioma que estudian como 1ª lengua extranjera en la ESO.

Aprendiendo y disfrutando con ellosNo quiero terminar sin recordar que al igual que he comentado con otros tipos de actividades, tampoco tenemos que olvidar la importancia de la labor que podemos hacer con los niños en casa, con los medios de los que hoy día disponemos. Sé que puedo resultar un poco pesado, pues también lo he comentado en otras partes de este blog, pero no podemos desperdiciar la oportunidad de que, gracias a la TDT, la mayor parte de las series o películas que vean nuestros hijos en televisión las pueden disfrutar en su lengua original, con o sin subtítulos, por mucho que cueste inicialmente que se acostumbren. Ahí debemos estar los padres para buscar ese equilibrio, siempre necesario, consiguiendo que sea algo motivador y no un trauma diario y, para esto, no habrá nada mejor que compartir con ellos esos momentos siempre que podamos. A nosotros nos costará muchísimo más, sobre todo si no conocemos la lengua, pero el oído de los niños se acostumbrará, casi sin que se den cuenta y de una forma rápida y natural, a escuchar conversaciones en inglés, allanándoles el terreno para aprender y dominar este idioma en pocos años.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Las actividades extra-escolares - 5

En esta ocasión, voy a hablar principalmente de las posibles actividades extra-escolares relacionadas con la Música. Educativamente hablando, tanto en la escuela como en los hogares, la música es otro de nuestros mejores aliados. Por un lado, ayuda a relajarse y dormir a los niños desde que son bebés y en sus primeros pequeños descansos en el colegio, pero también les incita y motiva a bailar, con poco que nos lo propongamos. La música nos ayuda a cambiar el contexto y el estado de ánimo de los niños, les va a acompañar a lo largo de su vida y es, sin duda, una excelente elección como actividad extra-escolar para la mayor parte de nuestros hijos.

El primer contacto con los instrumentos musicales

En el colegio, la música está integrada en el currículo desde las primeras etapas educativas y, casi jugando, los niños van a ir conociendo, poco a poco, pequeños y divertidos instrumentos musicales. En ocasiones, no sólo van a aprender a utilizarlos, sino que incluso los van a poder construir ellos mismos, con ayuda de sus maestros, entendiendo su funcionamiento y disfrutando aún más de sus sensaciones.

Instrumentos musicales infantilesPero, en condiciones normales, antes de que los niños lleguen al colegio, ya habrán tenido las primeras experiencias de interacción musical en su propia casa. ¿Qué niño no ha tenido juguetes musicales con apenas unos meses? Hoy día los hay hasta de tela, para tocar con los pies o con las manos, nada peligrosos y con los mecanismos totalmente protegidos para evitar accidentes. Al principio, los sonidos de estos divertidos juguetes suelen imitar a los producidos por animales, pero también son habituales los pequeños teclados y xilófonos con los que, además de poderles mostrar pequeñas melodías, lo que es seguro es que a todos les encantará “aporrearlos”. Si un día, en medio de una de esas improvisadas “tormentas” sonoras, notamos tan sorprendidos como emocionados cómo empieza a tomar forma una melodía que nos resulte familiar, sin duda alguna, el niño nos está pidiendo a gritos algo más…

Como siempre, la comunicación entre padres y maestros, especialmente con el especialista de Música, puede ayudar a detectar las inquietudes y habilidades musicales de los niños, y no es algo que debamos pasar por alto.

Las Escuelas de Música

Una vez que nuestros hijos han mostrado un interés especial o predisposición por la música, elegir una escuela adecuada puede ser fundamental. En el mismo colegio, no es raro encontrar algunas actividades extra-escolares relacionadas con el aprendizaje de determinados instrumentos. La flauta y la guitarra suelen ser los más habituales y, junto con los coros, pueden ser una opción interesante para empezar.

Pero, probablemente, la mejor alternativa para comenzar, son las Escuelas Municipales de Música y Danza. En Madrid y otras provincias, las tenemos en los centros culturales de muchos distritos y pueblos, y admiten a niños desde los 4 años. Es evidente que, a tan temprana edad, se les va introduciendo en la música poco a poco, como si de un juego se tratara. Los niños se divierten y aprenden y, en pocos años, podrán elegir por fin un instrumento. Cuando llegue este momento, al igual que hablaba de la elección de una actividad deportiva, deberemos tener en cuenta fundamentalmente sus preferencias y habilidades, por encima de las que tengamos nosotros como padres. Si la escuela funciona de forma adecuada, los niños habrán tenido ocasión de conocer despacio los diversos instrumentos a los que pueden optar y sus profesores de música sabrán también asesorarnos adecuadamente.

Los Conservatorios de Música y Danza

Lo normal es que después de unos años en una Escuela de Música, municipal o privada, sepamos si los niños realmente se divierten y tienen cualidades para la Música, y hasta qué punto es ésta una mera afición en la que “simplemente” están a gusto o supone el comienzo de una auténtica vocación que requiere dar otro paso adelante. Es aquí donde los Conservatorios Profesionales de Música entran en juego. Es cierto que pasa a ser algo más que una actividad extra-escolar normal, pues se trata de una enseñanza reglada, pero también es verdad que una vez pasadas las pruebas de acceso, al tener que pagar sólo la matrícula, será una opción mucho más económica; y esto es algo muy, pero que muy a tener en cuenta.

En las Escuelas de Música, si ésta fue nuestra primera opción, los niños habrán empezado ya a participar en breves conciertos con sus instrumentos. Lo harán varias veces al año, normalmente al acabar cada trimestre, y esta misma rutina se repetirá después en el  Conservatorio correspondiente. Audiciones y pequeños concursos, sirven para que los niños aprendan a perder el miedo a tocar en público y, sobre todo, para que sus familias les vean y disfruten con su evolución.



Actividades de Danza y Gimnasia Rítmica

Alguien se llevará las manos a la cabeza porque, aparentemente, son dos actividades que no tienen nada que ver. De hecho la primera, junto con la Música, es una especialidad artística, mientras que, en el caso de la segunda, estamos hablando de un deporte, incluso olímpico, en el que, además, España tiene una gran tradición. Dicho esto, partiendo de la base de que el planteamiento o las expectativas de una actividad extra-escolar no tiene necesariamente que llegar tan lejos, ambas actividades son muy positivas para el desarrollo psicomotriz de los niños y tienen en común la escenificación de una serie de movimientos físicos, siguiendo el ritmo de la música. Las dos requieren de una gran expresividad y sentimiento, y ambas son Arte y ejercicio físico a un tiempo, como justifica el hecho de que las alumnas de Danza tienen la posibilidad de convalidar la asignatura de Educación Física durante sus estudios de E.S.O.

No es extraño ver ambos tipos de disciplinas también entre las actividades extra-escolares impartidas en muchos colegios. Además, muchos polideportivos municipales ofrecen la posibilidad de iniciarse en la práctica de la Gimnasia Rítmica, así como las actividades de Danza forman parte de la programación de las Escuelas Municipales de Música y Danza y, por supuesto, de los Conservatorios Profesionales de Danza, en ambos casos, con diversas especialidades, como Danza Clásica, Española o Contemporánea.

Concretamente en cuanto a la Danza, los requisitos de acceso en ambos tipos de escuelas son iguales o muy similares a los mencionados para las especialidades de Música, así como en lo que se refiere a la participación en audiciones y concursos.

Actividades de dramatización

Niños en escenaDe nuevo nos encontramos con un tipo de actividad para la que los niños están especialmente motivados y preparados. Desde bien pequeños comienzan a adoptar roles en sus juegos, y lo hacen con pasión y convencimiento. Les encanta disfrazarse y lo mismo reproducen escenas domésticas, que la más intrépida de las aventuras; y, por lo general, no tienen ningún pudor ni reparo a subir a un escenario a actuar ante sus compañeros, padres y maestros.

Lo único que hay que hacer es reconducir un poco ese potencial e irles introduciendo poco a poco en el teatro, si es lo que consciente o inconscientemente nos están pidiendo, y si tenemos posibilidades de hacerlo, normalmente en el colegio o en algún centro cultural. También son actividades habituales y otra estupenda opción para todos los niños. Está claro que no se puede hacer todo y que siempre hay que descartar otras alternativas maravillosas, pero al igual que decía de la Pintura, de la Música o del Deporte en general, lo que nuestros hijos aprendan participando en actividades de Teatro siempre será bueno para su desarrollo y les ayudará a prepararse para la vida, pues, como decía Calderón de la Barca: “La vida es puro Teatro”…

En la próxima entrada, terminaré esta serie sobre las actividades extra-escolares, con un capítulo dedicado a las actividades de lectura, de escritura y de aprendizaje de idiomas, como opciones interesantes y a veces imprescindibles para la educación de nuestros hijos.

viernes, 31 de agosto de 2012

Las actividades extra-escolares - 4

Como dije la semana pasada, dentro de las actividades extra-escolares que he agrupado en el apartado de actividades culturales, hoy voy a hablar de las actividades plásticas. Sin duda alguna, son las que más juego nos dan desde la etapa de Educación Infantil, ofreciendo a los niños la posibilidad de aprender, pero, sobre todo, de expresarse y de pasarlo bien.

La Pintura y el Dibujo

"Caballo Enamorado" (dibujo de Carmen con 6 años)Cuando los niños llegan al colegio por primera vez, pintar y jugar van a ser las actividades con las que realicen la mayor parte de sus aprendizajes. A través de ellas aprenderán a expresarse y a relacionarse con el mundo que les rodea. Observándoles a ellos y a sus creaciones, los maestros vamos a ir conociéndoles, al igual que ocurrirá con sus padres y abuelos durante el tiempo que pasan juntos en casa.

Centrándonos en la pintura, basta con unos pocos colores, preferentemente básicos, como el rojo, el amarillo y el azul, para que los niños puedan sorprendernos con sus creaciones. De vez en cuando es muy apropiado que los niños trabajen sólo con estos tres colores fundamentales, pues con ellos pueden aprender, casi sin darse cuenta, y en ocasiones mejor que cómo se lo podamos enseñar nosotros, a obtener todos los demás. Sin embargo, también es conveniente que puedan tener a mano, la mayor parte del tiempo, otros muchos colores que ya les resultan familiares: el verde de la hierba y de las hojas de las plantas; el marrón de la tierra y de los troncos de los árboles; el rosa de muchos de sus juguetes y prendas de vestir; el negro de la noche… Todos juntos serán la mejor materia prima que podamos poner en sus manos, dentro y fuera de la escuela, y nuestros mejores aliados en el inicio de su proceso educativo.

En cuanto a los materiales con los que podemos contar, la oferta es inmensa: pinturas no tóxicas y fáciles de lavar, especialmente preparadas para pintar con los dedos o las manos, ceras gruesas de colores, témperas escolares, etc. Poco a poco, empezarán también a usar rotuladores, lápices de colores y acuarelas, y a elegir y manejar pinceles de distintos tamaños en función de lo que vayan a pintar.

"El planeta de Plaf" (según Chema)Aunque no tenemos que olvidar que el tema que nos ocupa son las actividades extra-escolares, considero fundamental introducir estos aspectos previos, porque es necesario un buen trabajo docente y de motivación por parte de los maestros en el colegio, para que los niños aprendan a divertirse contando sus pequeñas y grandes historias a través de los colores y las formas; sus “formas” y sus colores, probablemente extraños y disparatados, pero que durante unos años serán su principal lenguaje expresivo y, si la labor se hace bien, los niños pondrán el mismo afán y entusiasmo cuando pinten en casa y quieran sorprender a sus padres.

En mi opinión, es bueno para “todos” los niños fomentar en ellos la necesidad de expresar sus sentimientos “también” a través de la pintura y el dibujo, al menos, durante las etapas de Educación Infantil y Primaria. Durante estas etapas, además del trabajo “libre” que pueden hacer en casa, y de las salidas que hagan con el colegio y sus familias para ver museos y exposiciones (algo siempre conveniente y recomendable)  es habitual contar con la posibilidad de asistir a actividades extraescolares de pintura y creatividad en los propios colegios, para todos aquellos niños que pidan algo más, para los que la pintura se haya convertido en su mayor afición, e incluso para aquellos que tengan dificultades cognitivas o expresivas de algún tipo y consideremos que este tipo de actividades les pueden ayudar, en ocasiones, después de haber sido aconsejados por maestros y/o especialistas. Para todos ellos ésta puede ser su actividad, con la seguridad de que también para todos los demás sería sin duda una buena opción si no se inclinan por otra cosa, que no sea “sólo ver la tele”, “sólo jugar con la play”, etc.

El Modelado como introducción a la escultura

Paralelamente a la pintura, la pasta para modelar, bien sea arcilla o plastilina no tóxica, cumple exactamente la misma función educativa ya mencionada, especialmente en las primeras etapas. La diferencia es que, en este caso estamos en el terreno de la tridimensionalidad. Poderse expresar en tres dimensiones, crear volúmenes, es también algo maravilloso para los niños y, aunque entraríamos ya plenamente en el mundo del juego, yo tampoco descartaría el valor artístico y la importancia creativa de los juegos de construcciones, con los que también pueden trabajar las tres dimensiones e introducirse sutilmente en los terrenos de la escultura y la arquitectura.

Plastilina de coloresCentrándonos en este caso en el modelado, la plastilina de colores resulta genial para los niños pequeños, y lo mismo digo de las pastas de modelar de diferentes tipos y colores. En mi niñez,casi la única alternativa a la plastilina, siempre maravillosa, era la arcilla, y pocas aulas podían estar preparadas adecuadamente para trabajar con ella de forma limpia y eficaz. Además, tenía el inconveniente del secado que, si se hacía sin horno (lo cual era lo más habitual o incluso lo único) las obras eran perecederas y se destruían fácilmente. Hoy, sin embargo, existen multitud de pastas de secado al aire, con la que los trabajos de los niños pueden pasar a ser permanentes, lo cual, en muchas ocasiones, también resulta positivo, motivador para ellos y gratificante para sus padres “y abuelos”.

En cuanto a cómo desarrollar estas habilidades como actividad extra-escolar, en ocasiones forman parte del programa de las actividades extra-escolares de pintura de las escuelas, pero, sin recurrir a academias privadas, que también las hay, también contamos con los centros culturales de los barrios y pueblos, en los que habitualmente ofrecen actividades de cerámica y modelado para todas las edades. Pequeños talleres para modelar con pastas de diversos materiales, como pasta de papel, de arroz, etc. también suelen estar disponibles en dichos centros.

Para terminar, tampoco podemos olvidar para todo este tipo de actividades plásticas, los talleres que ofrecen periódicamente muchos de nustros principales museos, como ya mencioné anteriormente y de lo que hablaré con más detenimiento en el futuro.

La semana que viene hablaré de las actividades musicales y de dramatización, algo con lo que, en esta ocasión como padre, estoy también muy familiarizado por los estudios musicales de mi hija y por “su manía” de hacer de ello algo divertido…